El camino del concilio nos permite practicar la autenticidad. Requiere profunda apertura para escuchar y hablar desde el corazón, así como un compromiso a la transparencia y a la compasión. Es una práctica ancestral que data desde los pueblos originarios indígenas, particularmente de Norte América.
Una imagen concreta que puede ser útil es de una vasija o recipiente. Los participantes del concilio son parte de este recipiente y lo sostienen para que todos puedan descargar o derramar en él, lo que se comparte durante el concilio.
Esto significa escuchar atentamente al interlocutor de turno sin juzgar como bueno o malo lo que comparte y sin necesidad de estar de acuerdo con lo que comparte. Se debe de hacer una intención consciente de escuchar compasivamente. No es permitido responder, aconsejar, ni opinar sobre lo que alguien haya compartido en concilio. La tarea de cada miembro del círculo es sostener el recipiente y atesorar como sagrado lo que se derrama en él.
Ejemplo de una estructura para un círculo de hombres en concilio:
- Tocar tambores – El tambor es un instrumento ancestral que nos recuerda el palpitar del corazón y así nos transporta al seno de nuestra Pachamama – la madre tierra. Al tocarlo en concilio, nos une en un solo ritmo y nos ayuda entrar en presencia sagrada.
- Contemplación – Después de los tambores, se recomienda centrarse por medio de unos minutos de silencio contemplativo. Se recomienda el uso de mantras para estar exclusivamente en el momento presente. Uno puede enfocarse en su propia respiración utilizando la expresión Yahveh que nuestros padres en la fe, los judíos utilizban para Dios. Al inhalar se puede expresar YAH… y al exhalar se expresa VEH…: Yah…veh…; Yah…veh…; Yah…veh…; Yah…veh…
- Registrarse – Este es un simple acto de presencia en donde cada miembro del concilio comparte cómo se encuentra en ése momento; cómo llega a la reunión; qué ha sucedido en su vida…
- Dedicación – Se invita a cada uno a que exprese una intención por la cual desea ofrecer el tiempo en concilio. Puede ser para el crecimiento propio; para la salud de un ser querido; por la paz mundial; etc. Se puede encender una vela y tocar una campana (o cuenco de meditación) para indicar que ha terminado de hacer su dedicación.
- Enseñanza y Compartimiento – Este es el momento cuando se comparte una enseñanza, o se invita a que cada uno comparta sus respuestas sobre algunas preguntas previamente preparadas. Se puede hacer uso de la lectura espiritual y compartir lo que a cada uno la lectura le haya dejado, lo que haya encontrado desafiante o pertinente para su propia vida.
- Paso de Coherencia – Antes de despedirse, se desafía a cada miembro del círculo a que se comprometa a “trabajar” en algo para el mejoramiento de su persona en pro del bienestar de su entorno inmediato, de su comunidad o de toda la humanidad.
Se cierra el concilio con una oración, un gesto de paz y el compromiso de volverse a reunir.